Torre de Belém, por Alba Cañaveras

La torre de Belém, situada en Lisboa (Portugal), es uno de los lugares que no te puedes olvidar de visitar si alguna vez viajas a esta fantástica ciudad. La torre se encuentra en la desembocadura del río Tajo, en el barrio de Santa María de Belém. Declarada Patrimonio de la Humanidad, esta antigua fortaleza se construyó  para proteger la entrada al puerto a través del Tajo, de hecho en el interior de la torre aún podemos observar algunos de los cañones que utilizaban.

 Nada más entrar encontraréis alrededor de la planta baja 16 ventanales con los cañones y unas vistas maravillosas al Tajo. En la misma planta hay una pequeña tienda de recuerdos y, bajando unas escaleras, las mazmorras.

La torre tiene cuatro plantas más, de abajo a arriba, incluyendo la primera: Sala del Gobernador, Sala de los Reyes, Sala de Audiencias, Capilla y Terraza.

Para acceder a las demás plantas deberéis de subir por unas escaleras de caracol bastante estrechas, que en los días de mayor ajetreo se colapsan y obligan a los turistas a organizar turnos. Estás escaleras no son recomendadas para gente claustrofóbica o que sufre de vértigo.

En las distintas plantas iremos encontrando distintas vistas desde la torre y en la última, la terraza, la vista es espectacular. Desde ahí podréis observar toda la ciudad de Lisboa. Si visitas la torre es recomendable ir en domingo, que la entrada es gratuita, aunque también hay bastante ajetreo.