Garcilaso de la Vega, Soneto XIV

27.05.2014 22:08
Como la tierna madre, que el doliente 
hijo le está con lágrimas pidiendo 
alguna cosa, de la cual comiendo 
sabe que ha de doblarse el mal que siente, 
 
 y aquel piadoso amor no le consiente 
que considere el daño que haciendo 
lo que le pide hace, va corriendo, 
aplaca el llanto y dobla el accidente, 
 
 así a mi enfermo y loco pensamiento 
que en su daño os me pide, yo querría 
quitalle este mortal mantenimiento. 
 
 Mas pídemelo y llora cada día 
tanto, que cuanto quiere le consiento, 
olvidando su suerte y aun la mía.