Biografía de Valentín, por Alba Claudio.

28.12.2013 09:42

 

Nació el 3 de Noviembre de 1932 en Centenera, Guadalajara. Con tan solo 4 años vivió algo que ningún niño debería vivir; la guerra. Era muy pequeño, pero recuerda que cuando iban a bombardearles cerca de donde vivía sonaban unas sirenas de alarma y tenía que refugiarse en cuevas o refugios subterráneos con sus padres y sus seis hermanos. Llegó a tener un séptimo hermano, al que llamaron Santiago, pero murió a los 3 meses a causa de una enfermedad que hoy en día no habría causado ningún problema pero que por aquel entonces significaba la muerte.

 

A la edad de 5 años se  mudó con su familia a Taracena, un pueblecito de Guadalajara, donde tuvo su primer trabajo cuidando cabras y le pagaban con un vaso de leche. En Taracena vivió la muerte de su hermana mayor, Rosario, lo que hico que aprendiera a afrontar situaciones adversas. Cuando en 1942 el padre de Valentín enfermó, él tuvo que sustituirle como pastor, faltando a la escuela la mayoría de los días, por lo que no tuvo casi formación escolar. Tenía que andar tres kilómetros para llegar a la escuela y como mucho podía ir dos horas al día, eso los días de suerte. Él dice que desde muy pequeño ha sido siempre muy trabajador.

 

Regresaron a Centenera cuando Valentín tenía 13 años, donde dejó su oficio de pastor y se puso a trabajar para el alcalde del pueblo, ayudándole en tareas de la casa y del campo durante tres años. Le pagaban 30 pesetas al mes. A los 16 años se fue a vendimiar y pasó de ganar 30 pesetas a ganar 100. Al año siguiente se puso a trabajar en un tejar y después se fue a trabajar con el alcalde de Guadalajara capital.

 

En 1951 le llamaron para hacer la mili en Zaragoza. Allí buscaban  a alguien que supiese leer y escribir para trabajar como tipógrafo en la imprenta y  Valentín se ofreció aunque no tuviese ni idea de leer y mucho menos de escribir. Recuerda como, al trabajar con tinta que tenía plomo y era tóxica, le daban un litro y medio de leche al día porque decían que así no les pasaba nada. Componía moldes para escribir boletines internos del cuartel, así aprendió a escribir y a mejorar lo poco que sabía de leer.

 

Estuvo en la imprenta hasta los 21 años, cuando acabó la mili y volvió con el alcalde de Guadalajara. Allí conoció a Pilar, que aunque él aún no lo sabía, algún día sería su esposa. Cuenta que iba paseando con sus amigos por la calle mayor cuando vieron a un grupo de tres chicas de las cuales una le llamó la atención. Aprovechando que esta se había separado del grupo para recoger agua en un cántaro, se decidió a hablar con ella y conectaron muy bien. Se casaron en Guadalajara cuando él tenía 28 años y luego se vino con su hermano  a trabajar a Zaragoza en una fábrica de cocos.

En 1961 nació su primer hijo en Zaragoza, al que llamaron José Antonio. Dejó de trabajar en la fábrica de cocos y empezó en una empresa de fundición, donde hacía moldes de arena para hacer las piezas de metal. Debido a las sustancias tóxicas que se desprendían en la fabricación de moldes ahora tiene parte del pulmón afectado.

 

En 1963 nació su segunda hija Mª Teresa. Tuvo que ir una comadrona a su casa porque su mujer tenía miedo a los hospitales. Dos años después tuvo uno de los accidentes más graves que ha tenido. Estaba cortando hierros y se cayó, clavándose un troquel en un costado. Lo llevaron a urgencias con el troquel clavado porque si no podría entrarle oxígeno y morir. La policía investigó el caso  porque tenía sospechas de que alguien lo había empujado para matarlo, aunque Valentín dice que no fue culpa de nadie. Tenía que trabajar los siete días de la semana para mantener a su familia. Cuenta que estaba en tres o cuatro trabajos a la vez y que cuando tenía vacaciones buscaba otro.

 

En 1970 nació su tercer hijo, Valentín, aunque siempre le llamaban Titín, y en 1977 su cuarta y última hija Mª Pilar. Valentín también estuvo trabajando en “Merendero la Fragua”, un asador de carne en el que cocinó para actores y cantantes famosos de aquella época como Adolfo Marsillach, Paquita Rico, Mary Santpere, Luis Aguilé o la pareja humorística Tip y Coll.

 

Valentín tiene muchísimas anécdotas de sus hijos. Se acuerda de que una vez se les inundó la casa y, mientras estaban ocupados con el agua, su hijo mayor se bebió el petróleo de la estufa. Lo tuvieron que llevar corriendo a hacerle un lavado de estómago y al día siguiente lo llamaron a declarar en comisaría para ver si había sido un accidente o no. En 1986, su hijo Titín murió jugando con sus amigos a ver quién aguantaba más debajo del agua. Pilar, la mujer de Valentín, cayó en depresión. Tras la muerte de Titín diagnosticaron que todos tenían síndrome de Qt largo, una enfermedad hereditaria muy rara que no te permite realizar esfuerzos físicos porque es muy peligroso para el corazón.

 

En 1988, Valentín estuvo en tratamiento 18 meses porque tuvo un tumor y no le permitían trabajar, aunque no les hizo mucho caso a los médicos y siguió trabajando. Sus dos hijos mayores se casaron y se marcharon de casa. Once años después nací yo su primera y única nieta. Estuve yendo muchos años a su casa porque mis padres trabajaban y así le tenía entretenido. Me enseñaba a hacer muchas cosas y me dejaba ayudarle a pintar la casa, construir una estantería y cosas por el estilo. He aprendido muchas cosas con él.

 

En 2006 Pilar, su mujer, se puso muy enferma y Valentín se convirtió en amo de casa cuidándola y haciendo todas las tareas del hogar. En 2008 mi abuela murió y desde entonces vive con su hija pequeña. Yo voy a visitarle muy a menudo, lo que lo pone muy contento cada vez que voy. Voy a comprar con él y a veces aún construimos cosas juntos. Es el mejor abuelo del mundo.